Inicio / Impresión IML / El Mito del Plástico
Ser sostenible es mucho más complicado que comprar un coche eléctrico y parar de consumir plástico. A veces lo es tanto, que lo que nos parecería más sostenible pasa a ser la opción más contaminante. Y este, es el mito del Plástico.
En 2016 el “Oxford Dictionaries” seleccionó el término “post-truth” como la palabra del año.(1) Este término explica muy bien lo que provoca hechos como el mito del plástico:
POST-TRUTH: "Relacionado con o que denota circunstancias en las que los hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que las apelaciones a la emocion y la creencia personal".
La «post-truth», muy relacionada con la desinformación, llega si hace falta a todos los rincones del pensamiento, cuando interesa o es mediático. De esta manera se crean falsas ideas, cómo la del mito del plástico, o que las centrales nucleares son una opción poco sostenible: Ideas que són mucho más sencillas que la realidad y mucho más fáciles de vender.(2)
No nos tenemos que dejar engañar por el discurso ecologista fácil, no todo es blanco o negro, es lo que tienen los mitos, no es todo tan simple. Para ejemplificar lo engañados que podemos llegar a estar, y lo fácil que es caer en asociaciones fáciles, las cuales no tienen realmente ninguna base detrás, compararemos dos productos: los vasos reutilizables de PLÁSTICO IML vs. los vasos de CARTÓN. ¿Cuál crees que es el más sostenible?
Y es que siempre se postula el plástico como el enemigo nº uno, sin prestar atención a que no todo se reduce a las materias primas, sino también a como interactuamos con el producto. Aquí recae gran parte del mito del plástico. Y es que con el papel tenemos prácticas muy dañinas como sociedad, como el usar y tirar, ya que nos despreocupamos o nunca se le ha dado tanta importancia, ya que de base era menos contaminante. Además, dentro de los plásticos hay diferencias abismales en cuanto a la huella de carbono que generan. Por ejemplo, el plástico utilizado para hacer nuestras etiquetas y vasos IML (PP) está dentro de la familia de los menos contaminantes (la Poliolefina).(4)
Otra de las Rs y seguramente la palabra más escuchada al hablar de sostenibilidad. Gracias a la importancia del Reciclaje, ya hay muchas regulaciones y empresas especializadas en ello. De hecho, en breve llegará una nueva regulación sobre el post-consumo, la utilización de materias primas recicladas para la fabricación de productos. Práctica que en el sector del plástico ya está muy extendida y avanzada (todo el sobrante de plástico lo enviamos a empresas así). De hecho ya se dice que en las próximas décadas se conseguirá desviar la mayoría de los desechos de los plásticos de los vertederos para reciclarlo.(5)
Por el contrario, el sector de papel aún está en desarrollo y le queda mucho recorrido para poder ser eficaz.
Y es que una vez reciclado, el papel pierde calidad, no se consigue volver a obtener la misma seguridad alimenticia. Todo esto por culpa de que la separación de los diferentes tipos de papel en las plantas de reciclado acostumbra a ser nula.
También remarcar, que el hecho de que la etiqueta IML sea parte del vaso es un gran punto a favor en cuanto a la seguridad alimenticia.
De cara al futuro muchas innovaciones están por venir. Una de las más interesantes, es la de la utilización del plástico biodegradable. Esta está en desarrollo, pero aún le queda recorrido para poder ser un sustituto perfecto a lo que se utiliza actualmente. Además, tal como hemos comentado antes, se prevé que en las próximas décadas se conseguirá desviar la mayoría de los desechos de los plásticos de los vertederos para reciclarlo.(5)
En conclusión vemos que, lo que en un principio parecía una guerra fácilmente ganada por el cartón contra el plástico, realmente es más ajustado, y hasta hay casos dónde es mucho más sostenible utilizar plástico. Afirmar que la mejor opción es parar de utilizar plástico, no es la postura más ecológica, ya que como hemos visto muchas veces esta fundamentada en los mitos que hay creados alrededor del plástico.
Por un lado, los vasos IML son un producto durable, resistente, reutilizable, de fácil reaprovechamiento, seguro y con unas expectativas de mejora altas en lo que se refiere a ser más sostenibles.
Por el otro lado, los vasos de cartón, que de base tiene una huella menor por su materia prima, no son reutilizables, ya que son de usar y tirar y el reaprovechamiento es bastante parcial.
Como hemos dicho al principio, no todo es como parece. Al final por mucho que queramos, el plástico tiene unas propiedades muy buenas para ciertas funciones que no podemos pedir a otros materiales. Y, tal como hemos visto en el mito del plástico, intentar que suplan la misma función puede ser incluso hasta más dañino. El funcionamiento del mundo actual, el hecho de que la sostenibilidad en muchos países se ha convertido en un arma más de la retórica política, ha hecho que casos como «el mito del plástico» afloren.
Tenemos que entender que el mundo es mucho más complejo y que el cambio climático no tiene una fácil solución. Por eso, tenemos que intentar ir un poco más allá del mito del plástico, más allá de soluciones fáciles pero vacías, e intentar actuar de una forma, que si cree un cambio efectivo. En este caso podemos ver que la solución recae más en un uso responsable, tanto de los plásticos como de cualquier otro material, y por su reutilización y reciclado.
En su expresión más básica, podemos decir que las etiquetas contienen información sobre el producto en el que se aplican. Sin embargo, la función principal del IML o In Mould Labelling es decorar. Entonces, ¿qué es la etiqueta IML?
A pesar de existir desde la década de los 70, las nuevas mejoras técnicas han favorecido que el in mold labelling se imponga a otros sistemas de decoración como la serigrafía directa. Aquí sus principales ventajas.
Grifoll fabrica etiquetas IML a medida, adaptando el material, grosor y acabados a las necesidades funcionales de la pieza y su proceso productivo. Todo esto con una gran agilidad para solventar imprevistos.